Cuando el agua se evapora provoca que se generen sales incrustantes, como el carbonato, estas sales formarán un depósito duro con resistencia a altas temperaturas y consumirá cada vez más combustible. Mediante la adición de productos químicos al agua se busca minimizar la presencia de incrustación en las calderas y así reducir el consumo de combustible.

Se tendrá que realizar limpieza química en la caldera para remover la incrustación generada por la ausencia de un tratamiento químico en la caldera y además del riesgo en producción por paros indeseados, la maquinaria y equipos tendrán una vida útil menor provocado por la corrosión y se incrementarán costos por mantenimientos correctivos.

Los procesos de vapor se pueden ver afectados por el arrastre de agua que contiene sales disueltas; cuando existe una concentración excesiva de los sólidos disueltos, estos serán extraídos junto con el vapor, perjudicando el proceso de calentamiento directo. Estos arrastres de agua se pueden disminuir a corto plazo mediante la purga, sin embargo, es conveniente revisar la dosificación de químicos para darle tratamiento al problema a largo plazo y evitar el uso ineficiente de los recursos.

Control de corrosión: Se logra mediante el ajuste del pH en el sistema y la eliminación del oxígeno disuelto en el agua de alimentación a la caldera, así como el empleo de productos volátiles que elevan el pH en el agua de condensados.

- Control de incrustación: Se logra formando precipitados no adherentes empleando para ello productos químicos que favorezcan condiciones alcalinas.

- Dispersantes: Polímeros orgánicos solubles en agua que impiden la aglutinación de las sales precipitadas.

- Inhibidores de incrustación: Producto que funciona en pequeñas cantidades y tienen la propiedad de retardar la formación de depósitos manteniendo las sales solubles a pesar de haber excedido sus límites de solubilidad.

- Consideraciones: El tratamiento químico del agua, así como los productos químicos a utilizar en los procesos de generación de vapor, dependerá de las siguientes características:
+ Capacidad de la caldera en HP (Caballaje de potencia)
+ Calidad del agua de alimentación (Análisis de dureza, alcalinidad, pH, sílice, conductividad, cloruros)
+ Presión de operación
+ Frecuencia de operación (horas al día)
+ Porcentaje de recuperación de condensados
+ Límites máximos de operación de caldera